El sindicato de futbolistas se opone al calendario impuesto por la Liga y tendrá que depositar una fianza por si finalmente no se disputan los partidos del 2 de enero.
La Asociación de Futbolistas Españoles, AFE, lleva avisando a la Liga de Fútbol Profesional, LFP, de esta situación desde mayo. Según el Convenio Colectivo para la actividad del fútbol profesional firmado en julio de 2008, el día 2 de enero es jornada de descanso para los futbolistas.
Sin embargo, en el calendario confeccionado por la Liga están previstos cinco partidos de la Liga BBVA (Athletic-Deportivo, Barcelona-Levante, Sporting-Málaga, Sevilla-Osasuna y Valencia Espanyol) y todos los de la Liga Adelante menos uno. La LFP, que fijó la semana pasada los horarios de la jornada, no acepta los cambios que piden los futbolistas porque supondría un conflicto con los derechos televisivos.
Si finalmente la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional decida suspender cautelarmente los partidos previstos para el próximo domingo 2 de enero la AFE tendría que depositar una fianza para hacer frente a posibles daños y perjuicios.
A pesar de las reiteradas advertencias del sindicato a la Liga, ante su desidia han llevado a cabo un procedimiento urgente en el que piden la mencionada suspensión cautelar. Las partes comparecerán mañana a las diez de la mañana en el juzgado en una audiencia que será pública. Se estima que la decisión final se conozca el jueves.
El trasfondo de toda esta protesta es la precaria situación que viven muchos futbolistas, especialmente de segunda división, como el Real Betis Balompié o el Recreativo de Huelva. Varios futbolistas han defendido la medida tomada por su sindicato, entre ellos el centrocampista y capitán del Celta de Vigo Borja Oubiña; el delantero del Espanyol Sergio García y el capitán de Osasuna y su entrenador, Patxi Puñal y José Antonio Camacho. El que fuera seleccionador del equipo español ha declarado que “hay que ser solidario con la situación que están viviendo muchos futbolistas".
Por su parte, el secretario general de la LFP, Carlos del Campo, opina que este conflicto es "una medida de presión o huelga encubierta por parte del sindicato de futbolistas para que el Betis pague los siete millones de deuda que tiene con sus jugadores".
A continuación las palabras de Luis Rubiales, presidente de la AFE:
Fuentes: As, Marca, El País.
Con lo que cobra un futbolista o un controlador aéreo me parece innecesario tener un sindicato.
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